Cómo el desperdicio de alimentos impacta en el clima
(Y por qué es importante)
Hace algunos días conversando con un amigo que no veía hace mucho tiempo surgió la pregunta clásica en este tipo de encuentros : ¿En qué has estado? Con el pitch bien a flor de piel como buen emprendedor, en pocas palabras le expliqué lo que hacemos en Cáscara Foods : combatir el desperdicio de alimentos en productos geniales que le hacen bien al planeta y las personas. Cool, ondero y buen tema de conversación. Pero más allá de interesado, vi un poco confundido a mi amigo. Rápidamente me comentó: ¿Y por qué es importante para el planeta? Sorprendido, le dije: ¿Cómo? Porque es uno de los más grandes problemas que afectan en el cambio climático No tenía idea … no es como que todo vuelve a la tierra no más? Me di cuenta que había dado por sentado que él sabía el tremendo efecto que tiene el desperdicio de alimentos en nuestro planeta. Mucho tiempo en el ruedo me había hecho perder la perspectiva y me hizo reflexionar en este día mundial del clima sobre lo poco que relacionamos nuestra comida con el medio ambiente (y qué pasa cuando la desperdiciamos).
El desperdicio de alimentos tiene varios efectos directos e indirectos en el medio ambiente y la crisis climática.
Lejos de simplemente “irse a la tierra”, el proceso de degradación de elementos orgánicos también representa un riesgo ambiental importante: sino es tratado adecuadamente (como suele suceder en rellenos sanitarios o vertederos) su descomposición emite metano, un gas efecto invernadero hasta 80 veces más potente que el dióxido de carbono.
Indirectamente el problema adquiere aún mayor relevancia. Cada vez que desperdiciamos comida estamos tirando a la basura todos los recursos que fueron necesarios para poder producirla. Es simplemente cosa de mirar hacia atrás: esa naranja que no nos comimos porque se puso fea pasó por muchos procesos para terminar así. En algún momento fue creciendo en un árbol que fue regado y abonado, para luego ser cosechada, seleccionada, empaquetada y enviada a un supermercado, donde finalmente la compramos para no comerla.
Ahora, cuando la tiramos a la basura estamos haciendo lo mismo con toda la energía, fertilizante, trabajo y esfuerzos que se necesitaron para que existiera.
El impacto que tiene esto en nuestro planeta es enorme. Tanto así que en 2020 un estudio de la organización Project Drawdown posicionó al combate del desperdicio de alimentos como la solución número uno para frenar la crisis climática, dejando atrás a otras soluciones más mediatizadas como una alimentación plant-based y la adopción del auto eléctrico. Algunos estudios han señalado que entre un 6% a 8% de las emisiones de la humanidad podrían ser ahorradas al evitar desperdiciar alimentos.
Fuente: Upcycled Food Association,2021
Evidentemente todo suma, pero resulta interesante notar el gran impacto que tiene una acción que muchas veces pasa desapercibida. Muchas veces cuando hablamos de cambio climático nos imaginamos grandes fábricas, petroleras o tacos kilométricos en megaciudades, pero nos olvidamos de cosas tan sencillas como ese plátano que viajó miles de kilómetros para podrirse en nuestra cocina. Finalmente volverá a la tierra, pero no sin antes dejar una gran huella.
Mateo Rubio
En Cáscara nos dedicamos a crear productos geniales, que transforman el desperdicio de alimentos en oportunidades para tener una alimentación más nutritiva y sostenible